Wednesday, September 27, 2006

SOLO POR AMOR A NOSOTROS PECADORES

Hermanos, tal vez a su mente ha llegado la pregunta de como es que Dios nos ofrece justificación gratuita, por fe y no por obras, aunque eso no contradice que la fe sin obras es muerta. Bueno las obras con la fe, son producto de la restauración en la salvación, pero ese tema lo trataremos otro día. Lo que quiero platicarles, es el hecho de que la justificación esta fijada en dos aspectos:


1. La sangre de Cristo en la Cruz
2. Y la fe en Dios y sus obras de amor

Efesios 2:
8 porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.[g] 9 No por obras, para que nadie se gloríe,

Galatas 3: 13 Cristo nos redimió[m] de la maldición de la Ley,[n] haciéndose maldición[o] por nosotros (pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado en un madero»),


Porque Dios es justo, y obra justamente, no podía redimirnos de nuestros pecados si no había un precio pagado por ellos, he aquí ese precio enorme, imaginémonos, los pecados de toda la humanidad. Eso explica la muerte vicaria de nuestro amado Señor Jesucristo, aquel que nunca conoció pecado, aquel que es Santo, Santo, Santo, El Rey de Reyes y Señor de Señores.

Es impactacte la magnitud del amor de Dios para con nosotros. Haber hecho maldición a su unigénito, lo mas amado, pensemos, si para los padres lo mas amado somos sus hijos, y veamos la obediencia de Jesucristo, quien padeció en carne propia, porque en su Santidad, tuvo cuerpo mortal, como el nuestro, dicen los teólogos que sudaba sangre, cuanto sufrimiento sin haber hecho nada por merecerlo, cuanto amor por nosotros.

Esta es la escritura que nos explica la justificación:

Romanos 3:
La justicia es por medio de la fe
21Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
27¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 28Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. 29¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. 30Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. 31¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.

Romanos 4:
3Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. 4Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 5mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. 6Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, 7diciendo:
Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,
Y cuyos pecados son cubiertos.
8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.
9¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. 10¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. 11Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; 12y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.

Romanos 5:
Resultados de la justificación

1Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
6Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.

2 Corintios 5:

El ministerio de la reconciliación
17De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Si alguno de ustedes no ha aceptado al Señor Jesucristo en su corazón y desea hacerlo, coméntemelo para orar por usted y con usted. Le amo en Cristo.

Y esta es la actitud que debemos tener como Cristianos, para mantenernos fieles hasta el día de nuestro Señor Jesucristo, LIBRES de toda asechanza del maligno:

Filipenses:
Regocijaos en el Señor siempre
4
4Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
En esto pensad
8Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 9Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
Dádivas de los filipenses
10En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. 11No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
14Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación.

Quien lo hizo hermanos: Jesucristo =)!, Por eso sea a él, toda Gloria, honra y majestad, por los siglos de los siglos.

Wednesday, September 06, 2006

EL FUTURO DE NUESTRO ENEMIGO



Es más que una caricatura, es nuestra lucha real del día a día, como dice Efesios, porque nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra principados y potestades en las regiones celestes.

Nuestro adversario el diablo, conocido también como beelzebú y satanás…

(diavbolo", 1228), acusador, calumniador (de, acusar, calumniar), es uno de los nombres de Satanás. De ella se deriva la palabra castellana «diablo», y debiera aplicarse exclusivamente a Satanás, como nombre propio, demonio, es otro tipo de ser, aunque vulgarmente se aplique a Satanás. Hay un solo diablo; hay muchos demonios. Como maligno enemigo de Dios y del hombre, acusa al hombre ante Dios (Job 1.6-11; 2.1-5; Ap 12.9,10), y a Dios ante el hombre (Gn 3). Aflige a los hombres con sufrimientos físicos (Hch 10.38). Estando él mismo lleno de pecado (1 Jn 3.8), instigó al hombre a pecar (Gn 3), y lo tienta a que haga lo malo (Ef 4.27; 6.11), alentándole con engaños a hacerlo (Ef 2.2). Al haber sido introducida la muerte en el mundo a causa del pecado, el diablo tenía el poder de la muerte, pero Cristo, por su propia muerte, ha triunfado sobre él, y lo anulará totalmente (Heb 2.14); su poder sobre la muerte queda implicado en su lucha contra Miguel ante el cuerpo de Moisés (Jud 9). Judas, que se entregó al diablo, quedó tan identificado con él, que el Señor lo describió como tal (Jn 6.70; véase 13.2). Así como el diablo se levantó en su rebelión contra Dios y cayó bajo condenación, por ello los creyentes son exhortados en contra de caer en un pecado similar (1 Ti 3.6); pone redes a los creyentes (v. 7), tratando de devorarlos como león rugiente (1 P 5.8); los que caen en su lazo pueden ser liberados de él para que hagan la voluntad de Dios (2 Ti 2.26). Los comentaristas, como afirma la RVR77 en la columna central, difieren en cuanto al sujeto en este pasaje. Si los creyentes lo resisten, huirá de ellos (Stg 4.7). Su furia y malignidad serán ejercidas de una manera especialmente virulentas al final de la era actual (Ap 12.12). Su destino final es el lago de fuego (Mt 25.41; Ap 20.10). El nombre es aplicado a los calumniadores, falsos acusadores (1 Ti 3.11; 2 Ti 3.3; Tit 2.3).

Como bien dijo Cantinflas, según me cuenta Hernán, pobre don sata…

Salmos
73:27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;
Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.

Isaías
16:4Moren contigo mis desterrados, oh Moab; sé para ellos escondedero de la presencia del devastador; porque el atormentador fenecerá, el devastador tendrá fin, el pisoteador será consumido de sobre la tierra.
17:14Al tiempo de la tarde, he aquí la turbación, pero antes de la mañana el enemigo ya no existe.
27:1En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar.
28:17Y ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo.

Jeremias
51:13Tú, la que moras entre muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, la medida de tu codicia.
Mateo 25:41Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

Ezequiel 38:
22Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.

Apocalipsis 20:
10Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Daniel 11:
45 Plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo; pero llegará a su fin, y no tendrá quien lo ayude.

Stgo 4:7Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Qué afortunados somos de tener un Padre que nos ama tanto!

Friday, September 01, 2006

El gozo permanente del Señor en nuestras vidas

Porque amigos, no hay despropósito alguno en lo que Dios hace.

Joel 3:

10Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces;

diga el débil: Fuerte soy.

Juan 16:

33Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.

En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

1 Timoteo 6:

12Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna,

a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión

delante de muchos testigos.

Hebreos 12:

1Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,

despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la

carrera que tenemos por delante, 2puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador

de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el

oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

3Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo,

para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

2 Corintios 12:

9Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.

Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose

sobre mí el poder de Cristo. 10Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las

debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque

cuando soy débil, entonces soy fuerte.

1 Pedro 3:

17Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere,

que haciendo el mal.

Hay cosas que no entenderé mi Señor, pero yo confiaré en tí.

No por nuestra habilidad, sino por tu compasión!